lunes, 7 de agosto de 2017

Internet y sus Misteriosos Caminos (You and Whose Army?)


"A diario trato de recordármelo: Es mi elección vivir con dignidad, aún el + difícil de los trances, pero puta madre, que difícil es a veces."

Hoy es un día distinto, a pesar de lo familiar que es ver llover por la tarde -y no mojarse-. Hoy es un día para recordar la obra de alguien que, tal vez sin ser este su propósito, tiene un lugar especial en la vida de mucha gente.

Corría el año del 2005, en el punto más álgido de mi ñoñez cibernética. Cuestiones del destino me llevaron a lugares insospechados, donde tuve el privilegio de conocer gente de distintos lugares del mundo. La mayoría de bien, unos no tanto, pero siempre hubo una figura destacada. Un tal "rebelli0n", movía los hilos y llevaba voz y voto. Sabía de lo que hablaba y sin insultar, imponía su opinión.

Como en toda buena amistad entre hombres, el "tu al principio me cagabas" se hizo presente. Dada nuestra rivalidad deportiva y mi gusto bestial por el trolleo, las mentadas de madre y los fingers eran el pan de cada día entre el y yo. Poco a poco, el comportamiento de ambos se fue gobernando, y en lugar de discutir, llegaron los gustos afines. Películas, música -oh la música- , nuestro odio irrestricto a los Patriotas de Nueva Inglaterra, entre otras más, fueron generando una amistad a prueba de distancia, pues nunca en la vida estrechamos la mano. Saber que estaba ahí, incluso en momentos muy difíciles de mi vida, siempre fue una constante. 

Era un big brother, porque hasta su capacidad docente se notaba cuando te proporcionaba un consejo. El día que me gradué de la carrera platicamos, me hizo saber lo orgulloso que estaba de tener un amigo como yo, que no se había rendido. El supo las que pasé para lograrlo, y no dudó un segundo en hacérmelo saber, contrario a muchos amigos de carne y hueso que con el tiempo, y a diferencia de el, se fueron quedando en el camino.

Llamadas de cumpleaños, apuestas -algunas cumplidas, otras no-, consejos, y un buenondismo que pocas personas tienen en este mundo son las constantes de nuestras conversaciones, y el entender, sobre todo gracias a el, que todo lo que se escribe en Internet se queda en algún lugar, y por mucha broma o burla, nunca se podrá eliminar.

Indirectamente, su influencia y ejemplo fueron claves para que yo abriera este espacio en 2009, siendo el uno de los primeros en alentarme a escribir. Ese consejo, no se lo puedo pagar con nada. De la misma forma, el ver que sufría los estragos de la inseguridad en Tamaulipas me ayudó a abrir un poco más el horizonte, y salir de la burbuja de confort que en ese entonces me proporcionaba la ciudad.

Hoy, cerca de las 2 de la tarde, me enteré que dejó este mundo. Tenía 43 años. La cantidad de recuerdos y pláticas fue tal que, la verdad no supe qué decir. Solo sé que dejó una huella imborrable en los que tuvimos el privilegio de conocerlo. Una persona que, sin importarlo, siempre se daba a manos llenas. Se le va a extrañar, sobre todo en tiempos tan obscuros como los que vivimos.

Uno de nuestros gustos comunes era la película "Gattaca". Cuando las cosas con su salud empezaban a ponerse rudas, platicamos sobre la similitud que el encontraba entre la película y su vida, y por "x" o "y", hablaba de lo mucho que iba a extrañar estar aquí. De golpe, encontré la mejor forma de despedirlo, precisamente con una cita de esa película.

"For someone who was never meant for this world, I must confess I'm suddenly having a hard time leaving it. Of course, they say every atom in our bodies was once part of a star. Maybe I'm not leaving... maybe I'm going home."

Así sea, Joe. 

Descansa en paz, hermano.