Después de un par de semifinales históricas –una por el
marcador, y la otra por lo inmensamente aburrida que fue-, solo nos quedan un
par de partidos para volver con las cuentas regresivas, en este caso, para
Rusia 2018. Antes de saber quien será el ganador, analicemos detenidamente a
los rivales del juego por el título, ya que el partido por el tercer lugar
resulta igual de relevante que ver secar pintura fresca a las 2 de la mañana.
Argentina llega como aquel cuate que siempre que salen deja
el mínimo de propina, pide vasos con agua para que no se los cobren, y aunque
tiene mucha lana, prefiere guardarla abajo del colchón. Llega al partido
definitivo de la mano de sus obreros y no de su artista, al que solamente se le
han visto dos pinceladas de todo el talento que le atribuyen muchos. Sin
embargo, está ahí, esperando que a la hora buena todo ese talento que poseen se
haga presente. Quizá la ausencia de Ángel Di María –por mucho, el argentino que
llegaba en mejor momento a este Mundial- termine pesando de más, pero por
ahora, el mundo está a la espera de que el supuesto mejor jugador sobre la
tierra se haga presente, al menos por unos minutos.
Alemania por su parte, llega generando una expectativa
enorme después de arrastrar cual trapo viejo a Brasil, en su casa y con su
gente. Durante el Mundial despachó a los
portugueses –con todo y el Balón de Oro actual-, resolvió sin despeinarse ante
los franceses y de Brasil pues ya no vale la pena ni burlarse. Curiosamente,
equipos como Ghana y Argelia le sacaron más de un susto, y contra Estados
Unidos jugaron a no perder, raro para lo que acostumbran. Aquí no hay jugadores
estrella, es un conjunto sólido que no cuenta con un letal definidor como en
antaño tenía con Klinsmann, o un perro de presa como Matthäus, y justamente esa
es su mayor fortaleza, pues la variedad de armas con las que cuentan es
notable. Habrá que ver si el partido contra Brasil, donde no tuvieron rival, no
les pasa factura.
Yo sé que no pueden dormir sin saber lo que yo piense, así
que les voy a ahorrar ese sufrimiento: Creo que Alemania será campeón, sin duda
lo ha trabajado y merecido más. Veremos si el buen fútbol se impone, y de una
buena vez nos ahorran a todos esos ridículos comentaristas que citan la “Doctrina Monroe” cada vez que hay Mundial
en este lado del charco.
La frase de la semana
“Sólo regresaría a Austria a ver a los canguros”. Raúl
Albiol, estudioso de las especies características de cada país.
(Publicado en Hoy Novedades el día 11 de julio)
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