miércoles, 29 de abril de 2015

El Efecto Houdini

A ver si se siguen escondiendo

Una de las frases que más me puede reventar en este planeta aplica igualmente para hombres que para mujeres. La dicen recurrentemente, como si fuera obligación de uno estarl@s buscando toda la vida para lo que viene siendo la sana convivencia. Es una frase sencilla, de dos palabras, pero la verdad, el escucharla -o leerla- me provoca el mismo sentimiento que recibir una patada en la entrepierna. Esa frase, corta pero poderosa, es nada menos que...

"¡¡¡HOLA, DESAPARECIDO!!!"

¿LES CAE? ¡Qué molesta es! Sobre todo porque, según yo, así como yo puedo enviar un mensaje para ver como andan, del otro lado se puede hacer lo mismo. Si ven que me ando desapareciendo del blog, de Facebook, de Twitter, o de plano en el whatsapp ya ni mi conexión ven, ¡No esperen más y llamen! Quizá esté muerto en una zanja o me haya atacado una familia de mandriles -también conocidos como aficionados al Truza Azul-.

Ya en serio, perdemos contacto con mucha gente por nuestras distintas ocupaciones, y siendo sincero, de repente se cansa uno de andar poniendo cara de sope para preguntar como están. No sean culebras ponzoñosas y hagan favor de reportarse en cuanto sea posible. Y no solo conmigo, nada les cuesta una PINCHE llamada, un mensaje o pasar a joder al muro con algún meme. Al menos intentaré darle un poco más su lugar a la banda que reclama mi presencia, sin importar el mucho o poco contacto que hayamos tenido últimamente. Me parece increíble que con todas las formas de comunicación que tenemos al alcance, muchas veces ni con todo eso podamos estar al pendiente los unos de los otros.

Así que, si fueran tan amables, no sean valagardos y NO ME APLIQUEN ESA FRASE, mejor sigamos conviviendo sin escapismos.

Hoy la rola no tiene nada que ver, solamente recordamos un one-hit wonder





jueves, 9 de abril de 2015

Sleepless in Xochi

Su servilleta, el domingo por la noche. Descripción gráfica...

Desde tiempo inmemorial he tenido problemas de insomnio. Agravado con el pasar de los años, de repente cede un poco y me permite estar en paz, pero cuando regresa, lo hace con todo. CON TODO, DIJE.

Antes de que me digan que debería tomar algo, contar borregos, leer el Baldor(eso lo hice alguna vez y nada más me tensaba porque no podía resolver las fucking ecuaciones) o alguno de esos remedios, les cuento que he pasado por todos y nada más no. Lo que pasó este domingo fue el causante de este blog, el cual servirá para que entiendan por qué mi whatsapp dice que estoy conectado a las 2:30 a.m.

Todo comenzó con el cambio de horario. Después de salir a echar unos quiebres tras el partido en que mis todo poderosas Águilas le ganaron a los cargabultos del Truza Azul, llegué a dormir cual bendito a esta su noble casa. Todo el día, entre el dolor de cabeza por la cruda y que nos quitaron una hora de nuestras vidas, me estuve CAYENDO de sueño, y lo que nunca, a las nueve y media de la noche dije "a jetear".

Cual abuelo, me meto a la cama, sigo medio viendo la tele y justo cuando la apago....nada. Pasa una hora, pasan dos, y es aquí donde empieza lo que yo llamo "ideas millonarias". Esas idioteces que hace uno con tal de que le dé sueño y nomás no...bueno, pues va una pequeña lista.

1. Salte de las sábanas, siempre te duermes más rápido cuando no estás tapado. Una hora después, creo que es evidente que no funcionó.
2. ¡Ya sé! Juega Xbox un rato, eventualmente estarás cansado. Seis partidos después, parece que me reventé dos Red Bulls...NADA de sueño.
3. Una amiga alguna vez me dijo: "Pon el canal de bebés a las 3 de la mañana, pasan unos videos que te jetean rápido"...mis ojeras del lunes pueden constatar que NO es cierto.
4. Una vez que empezamos a notar que el tiempo se agota para dormir, la última opción es...respirar. Una técnica anti insomnio que técnicamente, bien hecha, te duerme en minutos...se supone que son diez, yo lo hice media hora y nada más nada.

Seis de la mañana, es casi hora de que suenen las tres alarmas(porque eso si, cuando duermo soy una pinche tabla). Como no pude dormir, decidí salir a correr temprano. Cinco kilómetros de cajón, para mantener el ritmo y seguir preparando el medio maratón de finales de junio -se empieza poco a poco, no crean que es tan sencillo-. Después de haberlos corrido, llega uno a la casa y estira las piernas, y justo cuando eso está pasando, TE QUEDAS DORMIDO. Gracias, querido sueño; ¡Llegaste OCHO horas después!

Antes de irnos, una bonita melodía de mis compadres Los Beatles. No vean lo del final, eso si es bastante espanta-sueños.

PD. Si alguien tiene más remedios, hágalos llegar. Mi sueño reparador se los agrdecerá.