jueves, 21 de febrero de 2013

Favor de No Burlarse

Ya veo a los fans del rival linchándolo...si jugara en México


El tema hoy, como otras veces, será el deporte. No tanto el asunto cancha/pista/duela o lo que sea, sino más bien, nuestro comportamiento como aficionados, qué esperar cuando se gana y sobre todo, cuando se pierde. Hoy, particularmente, el tema será el fútbol, dejando para otra ocasión a mis amados Yankees o a los todopoderosos Steelers.

Acostumbrado yo a apoyar a equipos normalmente ganadores - y por añadidura, odiados por aquellos que no tienen tanta suerte-, estoy consciente que cuando pierde alguno de ellos me va a tocar chinga. Si ganan, porque el árbitro los ayudó o porque el rival era una mierda, si empatan, porque el rival perdonó demasiado o porque el árbitro colaboró para conseguir el punto. Ya de perder no hablamos porque lo más decente que me recetan es "solo los pendejos creen en el ________ (inserte aquí Real Madrid, América o en menor medida, Boca, EN MI CASO)", o de nuevo, porque el árbitro no marcó un penal o señaló un fuera de lugar inexistente a centímetros de anotar gol (nótese, que el más pendejo en todos los casos es el árbitro). Aun  cuando su equipo no te ganó, QUE LE HAYAN GANADO A TU EQUIPO "les da derecho" de joder, pues la especie conocida como villamelón o "comecuandohay" se apropia de equipos a los que no le va con tal de no parar de fregar, como si su equipo no hubiera descendido nunca o jugara en una galaxia aparte.

Hasta aquí, para ellos, todo bien. El problema viene después.

Joder solo está reservado para ellos, los "iluminados", los oprimidos. Uno, que es cachorro del imperio, no puede burlarse cuando MI equipo(en el sentido de "al que apoyo", no del que soy dueño) le gana al suyo. Salen con una sarta de babosadas como "ay es la peor versión de mi equipo en años", "te alegras de victorias insignificantes", "también hay que aprender a ganar y no burlarse del rival" o peor aún "cuando logren lo que logramos nosotros, hablamos". Uno debe aguantar vara, ellos no.

El otro aspecto, es cuando apoyan al equipo de moda -lo más villamelón que existe-. Nada es más maravilloso que su club, pues al momento no hay quien les haga ni cosquillas. Se dicen fans desde la cuna, pero les preguntas tres jugadores de antaño y contestan otra cosa o te marean con términos inexistentes como "volumen de juego" o "recepcionar". Últimamente en México aplica para los aficionados Pumas, y en el plano internacional, ahora resulta que todo mundo habla catalán y apoyan al Barcelona.

Siendo merengue, me cuesta MUCHO trabajo decirlo: no he visto mejor equipo sobre una cancha que el que ganó en 2009. Lo ganaron todo, y eso es digno de reconocerse. Pero de eso a que me de gusto que pierdan con el Cluj, el Granada, la Liga de Quito o Jaguares de Chiapas hay una diferencia ABISMAL. Eso, sin duda, es una práctica villamelona, adoptada por los "iluminados" que siempre han tenido la verdad del deporte en sus manos. Que generalicen ELLOS, es peor. El león cree que todos son de su condición.

¿A qué voy con esta letanía etico-deportiva? Como dijo el poeta, "no jodáis, o seréis jodidos". Cada quien con su cada cual, ¿no? Si no tienes la piel tan gruesa como para que los comentarios se te resbalen, dedícate a las Barbies, o a ver cualquier otro deporte que nadie en México vea. Por naturaleza somos burlones, y aquí hay que saber cuando no enojarse. Si "el fútbol es lo más importante de las cosas menos importantes", pues no pierdas el piso -o amigos- porque tu club, eterno segundón, por fin ganó la Copa de las Islas Vírgenes. La vida sigue y mientras ellos gozan de sus millones, bien o mal ganados, tu estás en tu casa echando panza, perdiendo el cabello o meditando sobre el futuro de tu franquicia deportiva. Si vas a joder, AGUÁNTATE.

Ahora, que si te llevas y no te aguantas como los niños, un mensaje -con todo cariño- de un pequeño aficionado...






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