viernes, 15 de febrero de 2013
Tres Meses Después
Hace poco más de tres meses, informaba sobre el incremento de mis carnes. Después de intentar ser seducido por dos dueños de puestos de carnitas y no poder rendir en el amado arte del pambol, me sometí a régimen alimenticio estricto, o lo que es lo mismo, dejar de disfrutar todas esas cosas que le dieron forma redonda a mi organismo.
Hoy, me confirmaron que he perdido diez kilos. A mi parecer, me tardé un poco, pero ha valido cada centavo que he pagado -aunque me quede en bancarrota-. Vale la pena por el simple hecho de entrar en ropa que tenía AÑOS de no poder usar por parecer Zwancito, haber retomado el hábito de hacer ejercicio mínimo 3 veces por semana, limpiar mi organismo de cuanta madre (para solo pervertirlo con alcohol de vez en cuando) y descubrir joyas culinarias como la pasta integral o los muffins light -esos, particularmente, son la piedra angular del desayuno-.
Por eso y muchas cosas más, lo que falta ya es nada comparado con lo que hemos logrado. "¿Y por qué histórico, pinche mamón"? , se preguntarán...sencillo: Desde que tengo 30 no había estado tan delgado. Enough said.
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