Ok, Santo Padre, me calmo en unas 24 horas... |
Después de un sesudo -como siempre- análisis, decidí eliminar malas vibras de mi sistema. Seguro, el coraje se mantiene y de cierto modo es un combustible muy particular para mi, pero no dejaré que eventos tan insignificantes como los de las últimas 48 horas disminuyan mis ganas de disfrutar las cosas que vienen. Insignificantes así como irrelevantes, casi tan irrelevantes como las personas que tomaron esas decisiones sin decir las cosas como iban (ya se que es una contradicción, pero vaya, cut me some slack, will you?). Esa necesidad de "dorar la píldora" que tienen el 97% de los humanos -no me excluyo porque yo no sea humano, sino porque nada más no la tengo- es de verdad molesta y lo que al final castra.
Las últimas semanas fueron buenas, buenísimas..pero la que viene seguro será brutal. ¿Qué es lo que realmente importa?
- Que mi familia tiene salud
- Que mis canes están sanos y no van a dar sustos
- Que mis amigos son fieles batallos y están al pie del cañón
- Que no estoy muerto
- Que tengo la capacidad -excesivamente puesta a prueba- de levantarme después de cagarla
- Que la abuela salió bien y ahora habrá que ahorrar para ir a verla
- Que la gente saca su real naturaleza y sola se va eliminando de tu vida
- Que ya entendimos que no todos los sueños son premonitorios (Sr. subconsciente, todo es su culpa recabrón)
- Que el miércoles cumplo uno de los sueños de mi vida
- Que, simplemente, la vida sigue
Una vez enumeradas esas razones, que no se si sean de ardor o de profundidad impactante, me despido con una frase de una hermosa y fina melodía...
"Y al levantarse, jamás recoge, lo que han recogido antes".
Al que entendió, entendió.
Ah y nada más para que quede claro, me vale un cacahuate que se note un poco mi ardor...solo un poco ja.
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