Aquí, pronosticando. Casi la libro... |
La fecha llegó. Desde el momento en que supimos cuando era la carrera, marcamos en el calendario la finalización del reto impuesto a mi mismo. Faltaban solo los acompañantes (y aunque no hubiera habido, de todos modos habría corrido), y con el plus de festejarse dos días antes de mi onomástico, la carrera de Nike marcaba el final de la "temporada" para mi. Evidentemente seguiremos entrenando, pero solo para mantenernos en forma y quitarnos la polilla.
Una vez hecho el registro, el día sábado fuimos a recoger paquetes. Sobra decir que la gente de Nike se la sabe toda para armar eventos, y la experiencia fue muy padre. Probarse la playera, recoger el kit, tomarte mil fotos, pasar a la registradora a comprar algo para el evento (la playera, la visera, la gorra, el calcetín, el gorro para parecer condón, todo estaba ahí con harto descuento), personalizar la playera -aunque uno no corra por el barrio de Tepito existía la posibilidad de ponerlo en el uniforme- y comprar suplementos eran algunas actividades que podía uno realizar, siempre y cuando estuvieras inscrito. La verdad me pareció buena la organización, aunque hubo voces en RS que indicaban lo contrario. Unas horas más y empezaríamos a destrozar el pavimento de Reforma y calles aledañas...si, más.
El Día D
A las 5:30 iniciamos la travesía rumbo a Reforma. El trayecto, pasado con harto frío, hacía que la espera fuera aún más desesperante. Después de dar una vuelta en sentido contrario -nada raro considerando que estaba muy pinche nervioso- y encontrar estacionamiento en plena vía pública, buscamos nuestra categoría basada en la clasificación que hace Nike. Una vez ahí, tiritamos de frío y nos dispusimos a iniciar el recorrido.
Los primeros kilómetros transcurrieron sin problema, incluso implantando récord personal. Después del primer puesto de hidratación, la cosa se puso complicada, pues por el mismo ritmo que llevaba y el no estar acostumbrado a tomar agua en el entrenamiento, me costó trabajo seguir corriendo a velocidad elevada para mis alcances. Detuvimos un poco la marcha para amarrar agujetas, asegurar el teléfono(que revoloteaba en el short) y seguimos adelante.
Al siete y medio, nuevamente en rehidratación decidí bajar la intensidad para reagrupar fuerzas para los kilómetros finales. Un aliento inesperado, de esos que creías perdidos, apareció. Un gran tipo de épocas pasadas -y no precisamente de muy buenos recuerdos para él- pasaba al lado mío. Con una palmada en la espalda y un "ánimo, cabrón", fue suficiente. Dejé de hacerle al canelas y aceleré. No perdí el paso y no bajé intensidad hasta llegar a la meta. Menos de una hora y unos segundos arriba de lo que había pronosticado, el reto del año fue superado y con creces. Cierto que habría sido aún mas bello si no detuviera mi andar, pero creo que para ser la primera carrera en forma con esa distancia, no estuvo en absoluto mal.
¿Qué sigue? Al menos de aquí a abril, un par más de 10k. No se ni cuando ni como, pero las haremos. Después, a medio año, una de 15, para finalizar el año con un medio maratón. Calculando que esta carrera es siempre por las fechas de mi cumpleaños, seguramente la volveré a correr, aproximadamente con 56 kilómetros oficiales en los tenis.
Agradecer enormemente en este primer año como runner de ocasión a los que creyeron, a los y las que me acompañaron, a los que de alguna forma aparecieron para que no desistiera de mis retos. Gracias a la chula de chulas que me acompañó en dos carreras este año, siendo la de ayer la más importante, pues marcaba mi despedida de los 32.
Mención aparte para los que criticaron esto. Mi motor se alimenta de las personas que me tiran calabaza, que no creen en mi, que dicen que "cinco kilómetros los corre cualquiera". Gracias a ustedes tengo un motivo más para alzar mi cabeza. Gracias a ustedes, esto es solo el comienzo.
El esfuerzo...la tercera del año y la que más mérito representa. |