lunes, 20 de enero de 2014

Correr

Esta actividad, sin dudarlo, me ha cambiado la vida. Al principio era solo para hacer "algo", pero ahora puedo decir que es parte fundamental del día. Programar participaciones en carreras se ha convertido en un auténtico placer, y el constante reto que representa estar en un evento  -aunque compita contra mi mismo- me sigue motivando a bajar mis tiempos y mantener mi condición física en excelente estado...aunque en este momento no tenga voz.

La llegada a la meta, Julio 22, 2013

Todo eso es muy bonito, muy precioso. El problema viene cuando farolean al respecto. Yo corro porque me gusta, porque me siento bien y por todas las situaciones que explicaba arriba. No pretendo ser un faro de luz iluminando el camino de los sedentarios que no lo hacen, cada quien hace con su organismo lo que mejor le place. Es más, yo no publico mis carreras diarias -o de cada tercer día- porque no me interesa que el resto sepa que corrí a tal velocidad o tantos kilómetros, porque no va a faltar el idiota que me ponga "¿Tan lento corres?" o "¿Tan poquito?". Yo corro porque a mi me late hacerlo, y no necesito sentirme mejor por publicarlo. Imagino la cara de los que lo hacen, y la reacción de los que lo leen más o menos como la siguiente imagen:

Me cae que lo encontré...


Así que, controlen sus ansias de andar publicando esas jaladas. Si entrenan, ¡Qué chingón! ¡Felicidades! Mantengan esos datos en sus registros. Al resto, nos vale...


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