jueves, 10 de abril de 2014

El Panini

Como cada cuatro años que llega el Mundial, llega la bonita y distinguida tradición de coleccionar el álbum de estampas Panini. Ya sé que tengo 33 años, que ya estoy grandecito, que ya deberia de estar gastando mis morlacos en planear mi boda o comprar mi casa, pero como es año de Mundial y todavía no entrego anillo solicitando casorio, procederé a contar mi historia coleccionando cromos.


El gran Marco Van Basten de Holanda...patrocinado
por Helados Holanda

Italia '90

El primer álbum que junté estuvo muy lejos de llenarse, pues el poder adquisitivo no era mucho, y contribuyó el hecho de que, en un arranque de ardor, quitara todas las estampas de Argentina por haber eliminado a mi entonces favorito Brasil. No me arrepiento de eso, de irle a Brasil si.

En este venía el Piojo Herrera...y ni fue al Mundial

Estados Unidos 94

En esta edición la cosa no mejoraba mucho. Estaba en secundaria y si llevabas estampas al escuela te las quitaban, por lo que mejor era cambiarlas fuera. El álbum se quedó en un 85% lleno, en ese momento agobiado y triste por la derrota del equipo nacional en penales...y porque me fui a extraordinario de matemáticas, lo cual disminuyó considerablemente lo que venía siendo "el domingo".

El primero que llenamos, primer orgullo como no

Francia '98

El primer álbum lleno. Para lograr eso, después de dos cajas completas adquiridas en distintos lugares y el consabido intercambio, tuvimos que comprar una revista de nombre "Mi Guía", donde venían las estampas de la selección de Irán. En este álbum ya estaban incluidos idolos de masas como Zinedine Zidane, Ronaldo y como no, San Cuau.

Segundo al hilo


Corea - Japón 2002

Segundo álbum lleno en el Tec. Aquí armábamos los cambios hasta con los prepos, que se ponían exquisitos a la hora de cambiar estampas. La última que necesitaba conseguir era de un portero español -que ni jugó el mundial porque se rompió el pie en la concentración-, y canjeé TODAS mis repetidas (aproximadamente unas 200) para llenarlo. Aquí también venía El Cuauh, El Conejo Pérez y Donovan -antes de que se les fuera la gente del estadio- y Zidane entre otros.

Sin duda el Mundial que más disfruté

Alemania 2006

El último en el Tec, único en la escuela de cronismo. Aquí si me vi bastante atascado, comprando cuanta caja pasaba por mis manos. Creo haber comprado como cinco cajas -lo que era no tener novia y no ser tan borracho....TAN dije-. El último álbum donde figuraba el gran Zizou, contando además con la primera aparición de Cristiano Ronaldo. Por México aparecía el Cuau (sin que fuera gracias al pinche La Volpe), El Maza Rodríguez con todo y su greña a la Bob Patiño, y un par de petardazos como el Guille Franco y Francisco "Kikín" Fonseca...

El último, además legendario por la presencia de
San Cuau

Sudáfrica 2010

El último hasta este momento. Este álbum tuvo como particularidades que, para llenarlo, tuve que volverme un ebrio sin oficio ni beneficio, pues me juntaba con la banda alrededor de un 12 de cerveza con el pretexto de intercambiar estampas. Eso duraba como 15 minutos y las seis horas restantes se convertían en una bacanal. Mención especial para una MUY fina persona, que se rifó con las cajas de estampas y la mayoría de sus repetidas para que lo pudiera llenar, pues yo andaba en pleno desempleo. Como particularidad, este es el último álbum que cuenta con la estampa de Sir Cuau, la primera aparición de Javier Hernández -Don Guisante para los amigos- y varios cepillados del Tri, como Pavel Pardo, oriundo de Hocícuaro, Michoacán, y grillo mayor del Tricolor.

Para esta edición, estamos convocando valientes que no les de miedo juntarlo y ser juzgados por infantiles. También hay aplicación de smartphone para llevar la contabilidad de que estampas tienes y cuales no, lo cual eliminará las hojitas de papel con los números ilegibles. Sirva este recuento como un legado para la bandera, y como una declaratoria de que me vale el qué dirán. Es MI lana y yo me la gasto como quiero. Ya les manejo repetidas, por cierto.


lunes, 7 de abril de 2014

El Día Que Empezó la "Beatlemanía"



Bien dicen que recordar es volver a vivir. En esta ocasión, toca recordar la llegada al continente del grupo musical más influyente en la historia.  Fue un nueve de febrero de 1964 cuando Los Beatles se presentaron en el show de Ed Sullivan y cambiaron la historia de la industria musical. La llamada “Beatlemanía” dejó de ser un fenómeno encapsulado en un solo país, para infectar el planeta con su beat característico.

Tras el asesinato de John Lennon en 1980 y la muerte de George Harrison a causa de cáncer de pulmón en 2001, los dos sobrevivientes del llamado “Cuarteto de Liverpool” festejaron el día en que se presentaron ante más de 73 millones de televisores en todo el territorio estadounidense, rodeados de nostalgia, música y un dejo de magia en el ambiente.

“No es que vayamos por la vida pensando en aquel día. Ahora que estamos aquí a punto de participar en esto(el homenaje), se siente una emoción especial. Ahora en el escenario es algo impactante. Aunque según recuerdo, en ese entonces el escenario me parecía enorme”, recordó Ringo Starr

En aquellos años, fueron contratados para hacer tres programas. Los cuatro jóvenes ingleses llegaron a Nueva York para hacer la promoción del sencillo “I want to hold your hand”, el cual se encontraba en el número uno de las listas de popularidad. Con toda la fama que les precedía, ninguno de ellos poseía la más remota idea de lo que podía pasar en esos días.

“All My Loving” fue el primer sencillo que los fans escucharon esa noche. Siguieron cortes como “Till There Was You” y la siempre recordada “She Loves You”. Cuando terminó esta última canción, el escenario se vio envuelto por un griterío impactante. Era tal la histeria ocasionada por estos cuatro músicos que no pasaban los 25 años, que en lugar de regresar con Sullivan, como era costumbre después de un número musical, la producción decidió mandar a comerciales.


Tras el corte comercial, Los Beatles interpretaron “I Saw Her Standing There” y el ya referido éxito de aquel momento “I Want To Hold Your Hand”. Tal vez motivados por la cantidad de gritos escuchados durante el programa, algunos como Ray Bloch, director musical del programa, emitieron juicios ante lo que acababan de presenciar: “Lo único que tienen diferente es el cabello. Les doy un año de éxito”, expresó el ejecutivo en aquel momento.

George Harrison, el más joven del grupo y quien estuvo a punto de no poder salir a tocar en aquel histórico domingo, recordó en alguna ocasión:  “Pasamos toda la mañana discutiendo sobre la mezcla de sonido con la producción. Cuando dimos con la mezcla adecuada, los ingenieros marcaron las consolas con gises y nos fuimos todos a comer. Cuando regresamos a grabar el programa, la gente de limpieza había borrado las marcas, por lo que el sonido al principio no fue el adecuado”.


Pese a toda la expectativa generada con el aniversario, Paul McCartney no estaba tan seguro de querer rememorar aquella histórica noche: “Al principio se me hizo algo pretencioso venir a este escenario a homenajearme a mí mismo, pero después de hablar con algunos amigos, me hicieron saber lo importante que era esta fecha para la gente que nos apoyó durante tantos años y recuerda con cariño nuestra música, por eso estamos aquí, por la gente. Siempre nos consideramos una pequeña gran banda, y es maravilloso que eso haya significado tanto para tanta gente”, señaló Paul McCartney. 

DATOS DE LA VISITA

- Los Beatles aparecieron tres domingos consecutivos en el show de Ed Sullivan, la última de ellas -23 de febrero- fue grabada horas antes de su histórica presentación del día nueve.

- Cobraron apenas 10,000 dólares por las tres presentaciones.

- George Harrison estuvo en cama horas antes del show debido a una amigdalitis. Su lugar en los ensayos de cámara fue tomado por Vince Calandra, productor del programa.

(publicado el 31 de marzo en el diario "Hoy Novedades")


domingo, 6 de abril de 2014

Por si Andaban con el Pendiente: Dinamita en Chivas

Tan contento el muchacho...a ver cuanto
le dura


Una auténtica bomba de tiempo es lo que acaba de llegar a Guadalajara. Después del enésimo cambio de técnico bajo la administración de Jorge Vergara, la nueva apuesta tiene como protagonista a un entrenador para el que sus pupilos juegan muy bien, pero a la hora de los resultados no sucede lo mismo.

Ricardo Antonio Lavolpe, poseedor de un carisma inigualable, llega al Rebaño quizá con el fin de aprovechar la última oportunidad de dirigir a un grande en México. Hay que irse atrás en el tiempo ocho años para recordar el que sería su último gran logro: el mundial de Alemania. Ahí dejó una buena imagen tras plantear una estrategia inteligente contra un cuadro evidentemente superior, pero el resultado final –como en la mayoría de su trayectoria- no fue satisfactorio. Ha pasado ya por cinco equipos y un combinado nacional, y al parecer el librito del buen fútbol lo olvidó en Leipzig tras caer con sus paisanos aquél ya lejano 24 de junio de 2006.

Pero como dice la canción “Olvida lo pasado, ya no te acuerdes de aquel ayer”. El presente de Lavolpe no es nada prometedor, basta  recordar sus cruces de declaraciones con jugadores que estarán a su mando, como Néstor Vidrio y Aldo De Nigris –a quien poco le faltó para llamarle “tronco”-. Llega a un equipo que no respeta procesos, con un dueño que cambia de idea como de calzoncillos (porque calcetines no utiliza), y donde la demagogia de jugar bonito no les va a resultar si no los saca del problema porcentual al que se enfrentarán el próximo torneo. Vaya, el que Vergara y el “Bigotón” estén en el mismo equipo, es como juntar al hambre con las ganas de comer.

Nada en contra del argentino, pero creo que la afición de Guadalajara merece algo más que jugar bonito y descender. Lavolpe ya sabe lo que es dirigir a esta institución, donde ya fracasó rotundamente, y en esta ocasión tendrá que demostrar su habilidad bajo presión. Aquí no va a valer jugar bonito, o que por arte de magia a algún canterano de Chivas se lo lleve el PSV Eindhoven.  Aquí tampoco podrá decir que dejó armado al equipo para que otro lo hiciera campeón, tendrá que responder de inmediato pues la afición que hoy lo recibe no está como para aguantar más sermones y castillos en el aire. Que se dedique a la cancha, a trabajar con respeto a su equipo y su profesión. Que deje atrás los aires de grandeza que con títulos por doquier se ha ganado, y muestre que este equipo de Vergara no será más un escalón para los otros diecisiete.

Lavolpe está sentado en un polvorín. Esperemos que por el bien del Guadalajara, todos los frutos que “siempre” deja en los equipos por los que pasa no los tengan que cosechar en el Ascenso MX, como está a punto de hacerlo el Atlante, el último club al que dirigió.

La frase de la semana


“Tuvimos la posesión el 99 por ciento del tiempo, pero en el tres por ciento restante fue donde perdimos el partido”. Ruud Gullit, maestro en aritmética.

jueves, 3 de abril de 2014

Electric Run MX



Ya ustedes saben que el rollo de correr lo traigo desde el año pasado. Con tres carreras en mis alforjas y en preparación para el medio maratón que he de correr este año -por confirmarse la fecha y sede- iniciamos el tour de Lord por los circuitos mexicanos con esta carrera "eléctrica", aprovechando que le ofrecí a la damisela dueña de mis quincenas acompañarla en su primer intento corriendo sobre el asfalto.

Independientemente de las circunstancias que rodearon mi registro, me parece que esta es la peor organizada de las carreras a las que he asistido. Fue un auténtico desmadre la entrega de playeras, los empleados malencarados mentándose la madre con los corredores, un guey hablando por un micrófono que nada más alborotaba a la gente entre otras joyas. Liberado ese pequeño pero substancial escollo, nos fuimos a comer para estar listos antes de las 8, hora del "gran" evento.

Para empezar a correr la neta no fue tan complicado, pero todo lo que prometieron que habría durante el trayecto no existió. No hubo lásers, no hubo luces, no hubo música, vaya no había ni playeras en muchísimos casos. El colmo fue que en medio del trayecto había coches estacionados, lo cual claramente no debería de suceder. La parte buena del recorrido fue pasar al lado del Lago de Chapultepunk, con todo y la fuente, aunque estaba bastante cagado el hecho de pasar corriendo mientras algunos changos cenaban y nos veían pasar a todos. Del olor a caño mejor no hablamos, dejémoslo en que la intención fue buena.

Al final, la zona de recuperación parecía metro Pino Suárez a las 12 del día. No se podía avanzar y ya se estaba acabando el Gatorade, por lo que ágilmente me dirigí a uno de los distinguidos miembros del staff para apañarle un par. Recogimos la medalla, nos tomamos un par de fotos y listo.

Esa fue la primera experiencia runner del año. Espero que no se repita pronto, pues la neta pagar casi 500 pesos por esta carrera y que salgan con todos esos detalles no está para nada chido.