Compromiso

Había que poner a un ganador...

Para nadie es un secreto que los últimos dos años he encontrado un pasatiempo saludable y que me ha ayudado a mantener la cordura en momentos de tensión: correr. En estos últimos días, cuando preparar un medio maratón entra en los momentos finales, me he encontrado con algunas situaciones que lo han hecho un poco más complicado.

1. Levantarme: Correr en las mañanas es mejor opción, pues primero me adapto al horario en que correré el día del evento, y evita que el comer pesado impida tener un rendimiento aceptable -la neta ya me pasó-. Como no siempre está igual de cabrona la chamba o el resto de la actividad diaria, levantarme diario a correr no siempre es posible...por lo menos unas cuatro veces en este mes me fue imposible despegarme de las sábanas.

2. El clima: En plena epoca de huracanes, ciclones, frentes fríos y demás, la Ciudad de México se ve envuelta en bajas de temperatura y por que no, la lluvia que es comparable al diluvio universal (ver la movie "Noé" dejó una gran huella en mi). Me ha tocado correr unas tres veces con lluvia, y aunque es una sensación de poca madre, al rato uno se enferma y no sale el business.

3. La motivación: A veces, se le olvida a uno que todo forma parte de un proyecto, de un plan, de lo que uno representa. La verdad, estas semanas me he tenido que recordar a mi mismo qué imagen quiero DE MI, no quitar los ojos del premio, y de no dejar mis proyectos porque de repente se me junten cosas. Este, quizá, ha sido el punto más dificil de lograr.

A falta de dos semanas de completar un reto auto impuesto, no se si esté listo o no, pero el compromiso es mío, y creo que no sería buena idea dejar de pelear por el, faltando tan poco para lograrlo. Obvio, por acá contaremos como va, y que sea lo que el de allá arriba (a ese al que le apuntamos CR7 y yo cuando vamos a lograr algo) el que nos cuide y nos guarde.

Closing time

Haga usted favor, querido lector, de leer esta entrada mientras escucha el One hit Wonder que podrá encontrar al final de la misma -quizá la ubique por aquella movie "Amigos con Beneficios" donde sale Mila Kunis ex de Rojas- y si no, ya me quemé por la película que anduve viendo.

Después de que sucedieron algunas situaciones ajenas a mi voluntad, me tuve que ver en la penosa necesidad de hacer algo que alguna vez amenacé con hacer, pero creí que no era necesario dar tanta importancia a los causantes de mi molestia. Hoy, después de algunos días, puedo decir que he sobrevivido sin problema a un monstruo que me aquejaba. Si, cerré mi cuenta de Facebook por una apuesta, y la verdad pensaba que iba a ser difícil, pero nada más alejado de la realidad.

Tal vez sea el exceso de chamba -mismo que se ha visto reflejado en este lugar-, las actividades extra casa que realizo, el correr, o lo que sea, pero lo que una vez consideré una herramienta, hoy no lo es más. Facebook pasó de ser algo novedoso, algo fundamental para mantener mi cordura -o lo que quedaba de ella- cuando dejé de laborar, e incluso de fungir como matchmaker (si, ya sé, pero eso de saber con quien merece la pena intentar salir por ver las fotos que sube hace menos complicado ese proceso) a algo que ya hasta me estaba causando problemas. He de decir que si se le extraña un poco al muchacho, pero no tanto como creía.

Sobre todo, no extraño en absoluto esa publicidad tan asquerosa que le fueron metiendo. No se extrañan los chingados memes de la rana René -que cuando regrese, espero ya se hayan acabado- o aquellos que citan a Coelho o peor aún...a Arjona. Se extraña a la gente, a los que me escriben, a los que están pendientes. Bueno, y también mi record en Candy Crush.

De esto puedo sacar cosas buenas, además de recordar que no debo andar apostando estas jaladas. Por ejemplo, depurar la lista de amigos y quitar de la misma a aquellos que tienen años sin tirarte un pedo, vaya ni un like. Como que con el paso de los años prefiero escoger mejor quien se entera de mis cosas por esa vía. Si quieren chisme, prefiero no proporcionarlo...al fin, en quienes confío no van a usarme como tema de centro de mesa...espero jajaja.

En fin, después de este cierre por mantenimiento, veremos cuando mandamos al carajo Twitter. Ahorita se ve complicado porque la página y la columna lo exigen, pero algo idearemos para cerrarlo y ver si merece la pena mantenerlo.

Solo me queda proponer que lo cierren un rato...es liberador.

Sunscreen

Hace años, todavía en la escuela, tuve el placer de conocer al que sería mi mentor: Enrique López. Un tipo que englobaba todo lo que yo quería ser como profesionista, como catedrático de mi carrera, como persona. Un tipo amable y con bastante sapiencia como para saber enseñar lo mejor de tu profesión, pero más importante, lo mejor que te puede dejar la vida. Curiosamente, las cosas que más recuerdo de sus clases son las que relacionaba con algún tema de la cotidianeidad que nos toca experimentar. Hoy me acordé de una, por extraño que esto parezca.

Cuando acababa el semestre, Enrique nos ponía este video que a continuación compartiré. El contexto no lo tengo bien, pero recuerdo que siempre que lo ponía llegaba a la casa y decía "ese video lo voy a bajar", porque lejos de hablar de cosas de la carrera, habla de cosas de una vida que siempre nos tiene preocupados. Vaya, veía el vídeo y me ponía de buenas. Estúpidamente, nunca llegó el momento en que lo bajara y prefería ver cualquier otro tipo de video -si, también de esos "educativos"-. Hoy, cuando regresaba a casa me saltó a la mente el título del mismo, decidí buscarlo, y mejor aún, decidí reactivar el blog después de más de un mes de dejarlo al aire.

No sé si a alguien le sirva -como a mí-, en este momento de sus vidas. Lo único que sé es que el vídeo me gustaba, tiene un mensaje poderoso y ya me hacía falta volver a verlo. A Enrique López Rojas, el maestro que me lo enseñó en sus tres clases, si alguien sabe donde anda, déle las gracias de mi parte. Por lo menos uno de sus alumnos le estaba haciendo caso.

El video trae subtítulos para aquellos que no mascan el inglés: