miércoles, 1 de octubre de 2014

Sunscreen

Hace años, todavía en la escuela, tuve el placer de conocer al que sería mi mentor: Enrique López. Un tipo que englobaba todo lo que yo quería ser como profesionista, como catedrático de mi carrera, como persona. Un tipo amable y con bastante sapiencia como para saber enseñar lo mejor de tu profesión, pero más importante, lo mejor que te puede dejar la vida. Curiosamente, las cosas que más recuerdo de sus clases son las que relacionaba con algún tema de la cotidianeidad que nos toca experimentar. Hoy me acordé de una, por extraño que esto parezca.

Cuando acababa el semestre, Enrique nos ponía este video que a continuación compartiré. El contexto no lo tengo bien, pero recuerdo que siempre que lo ponía llegaba a la casa y decía "ese video lo voy a bajar", porque lejos de hablar de cosas de la carrera, habla de cosas de una vida que siempre nos tiene preocupados. Vaya, veía el vídeo y me ponía de buenas. Estúpidamente, nunca llegó el momento en que lo bajara y prefería ver cualquier otro tipo de video -si, también de esos "educativos"-. Hoy, cuando regresaba a casa me saltó a la mente el título del mismo, decidí buscarlo, y mejor aún, decidí reactivar el blog después de más de un mes de dejarlo al aire.

No sé si a alguien le sirva -como a mí-, en este momento de sus vidas. Lo único que sé es que el vídeo me gustaba, tiene un mensaje poderoso y ya me hacía falta volver a verlo. A Enrique López Rojas, el maestro que me lo enseñó en sus tres clases, si alguien sabe donde anda, déle las gracias de mi parte. Por lo menos uno de sus alumnos le estaba haciendo caso.

El video trae subtítulos para aquellos que no mascan el inglés:

1 comentario:

  1. Esta bueno el videito, aunque el titulo aun no entiendo porque, y lo descargare para tenerlo.
    Saludos.

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