lunes, 24 de noviembre de 2014

Vuelta a la página 34

Como la neta no se si me vaya a dar tiempo de escribir mañana, aprovecho que tengo un pequeño chance ahorita.

No me he cansado de agradecer por todos lados a todas esas personas que han estado en este año, el año de Yisus. Y cuando me refiero al de allá arriba como "Yisus" no es por sonar igualado, es como cuando ustedes me dicen "Lord" o peor aún, "Oscarín". Superar los 33 me llena de alegría, sobre todo porque los supero con nota. Hice de todo y no me arrepiento de nada, creo que nunca había acabado un año así de contento, seguro de lo que hice y sin ningún remordimiento.

Este año hice todo lo que me tocaba hacer, no me guardé nada y estoy satisfecho. Aprendí más que en los previos 32, y creo que esa es la parte que me hace estar tan mother fucking contento. Si, hubo algunos momentos en los que el entorno se hizo pequeño, pero siempre hubo personas alrededor para sacarme de mi lodazal.

Como arrepentirse de un año en el que:

-Viajé
-Bebí -algunas veces más de la cuenta-.
-Tuve una novia a la que le agradezco cada minuto que me dedicó.
-Se casó mi "hermana de otra madre"
-Pude ver de nuevo a mis abuelos.
-Crecí monetariamente.
-Crecí laboralmente.
-Evolucioné personalmente.
-Me quité muchos pesos de encima.
-Me quité aún más traumas.
-Ayudé a personas que nunca imaginé.
-Redescubrí gente valiosa en mi vida.
-Hice cosas para las que siempre me faltaron huevos.
-Cumplí metas personales.
-FUI FELIZ.
-Y por increíble que parezca, olvidé una parte fundamental de este año: me convertí en tío del morro más carismático que ha nacido sobre la faz de la tierra, lleva el dignísimo nombre de su bisabuelo, y es conocido en el bajo mundo como "EL PUTO AMO"...yo le digo MY NIGGA, y a sus nueve meses...ya canta con su tío.

En fin...el soundtrack de este año fue encabezado por "Vivir Mi vida" de Marc Anthony. Si, no es precisamente a lo que los he acostumbrado, y también eso fue parte de este año, sorprenderme a mi mismo. El 34 será musicalizado con la rola que les dejo a continuación, agradeciendo su lectura y a todos esos que nunca dejaron de estar.

lunes, 17 de noviembre de 2014

Wishlist

Bueno, una vez más llegamos a mi particular Navidad. Muchas enseñanzas, risas, lecturas de mil y un cosas se llevan este año. A pesar de ser un poco más calvo y con más arrugas en la frente, pero con la imperiosa necesidad de ser una mejor persona, llegamos a este cierre de "mi" año haciendo una serie de pequeñas peticiones. Algunas son triviales, otras si van para el que las quiera entender, pero ahí les van y no quiero ser juzgado.

- Mis tenis con el escudo del América. Ya sé que son demasiado elegantes para que todos los puedan usar, pero comprendan que toda la vida he querido unos tenis amarillos que combinen para mi boda...digo, para cuando vaya al estadio. Rífense, no sean gachos.

-La playera del América. Si el punto anterior se les hace un exceso, este está mucho más decente. Aceptamos la versión local y/o visitante.

-Tarjetas ITunes. Siempre son de utilidad, sobre todo últimamente que bajar canciones una en una de grupos que no voy a mencionar es una mejor idea para no ser juzgado como pirata en mi juventud.

-Contrato definitivo en Livesoccer. Ese está más cerca de lograrse, but if my bosses are reading this, please offer me a good deal that can satisfy everyone. I'm really happy to be working with you, guys.

-Cero shows. El año pasado me armaron un desmadre para el día del evento...y el anterior, y el anterior, y el anterior, y así sucesivamente. Creo que en 2005 fue el último año en que nadie la hizo de pedo -y eso, porque no hubo festejo comunal- así que hoy, de compas, no me armen un desmadre el día del evento. Respeten mi piiiiiinchi fecha. De nada.

-No más gorras/gorros/boinas. Prometí cambiar desde el año anterior y poco a poco las he ido dejando -salvo cuando corro, cuando me acabo de levantar, cuando voy a la playa o en su defecto, cuando voy al estadio-. He prometido especialmente a alguien dejar mi amado y distinguido gorro de ratero -o sea el de "The Edge"- y este será un digno paso hacia dejar de ponerme madres en la cabeza. Solo si es gorra del América o del Real Madrid podemos hacer una excepción.

Gorro y The Edge, descripción gráfica.


Sin más por el momento, cualquier otro obsequio en forma de pomos, efectivo, accesorios para el automóvil o lo que sea su santa voluntad será siempre amablemente recibido.

Juímonos

lunes, 10 de noviembre de 2014

Run Lord Run...el reto

No recuerdo cuando fue, pero seguramente después de los 10k de Nike del año pasado cuando decidí que tenía que seguir superando mis metas. Este año, la idea eran seis carreras, incluyendo mi primer medio maratón. Solo serán cuatro, pues a una de ellas no me levanté y a la otra que me había inscrito no pude asistir por enfermedad. La inscripción al medio maratón era el reto del año, y encontramos uno en noviembre, en Acapulco. Bajo la recomendación de un amigo de correr a nivel del mar, casi casi sin preguntar me inscribí,y empezamos un programa serio de entrenamiento para llegar a la cita bien preparados.

La noche previa

Todo se complicó un poco desde 12 horas antes, aproximadamente. No se si habrá sido la tensión de manejar en carretera, la psicosis de "saber" que ibas a un lugar no tan seguro, o en realidad que te ibas a aventar a hacer algo que, aunque habías entrenado, no es tan normal. El caso es que me empecé a sentir un dolor en el cuello, más agudo con el pasar de las horas. Era una contractura que ni a desinflamatorios cedió. La esperanza era que dormir moderadamente cómodo se solucionara, pero no sucedió. Ni modo de rajarse estando ya en el lugar, habría que lidiar con ello.

El inicio

Llegamos bien, a tiempo y con toda la oportunidad de cumplir el cometido. Después de ver pasar a los eventuales ganadores del evento -kenianos-, esperamos el balazo inicial. Una vez dado este, la ruta presentaba algunas sorpresas, que iban desde kilómetros mal medidos, pasar por lugares con un olor estilo basurero, coches invadiendo la ruta -solo algunos inconscientes, la neta- y otros tantos motociclistas esquivando corredores. Así se fueron los primero tres, cuatro, cinco, seis kilómetros. Cuando nos enfilábamos hacia el séptimo, algo sucedió. El fondo físico se había terminado, porque empezamos corriendo como kenianos. Mi muchacho "El Chapo" decidió seguir corriendo, pero yo la neta, me sentía sofocado. Después de caminar unos 200 metros para recuperar el aliento, decidí seguir avanzando...vaya, faltaban 14 kilómetros.

Salida cobarde

En realidad, esa fue una posibilidad que me planteé justo pasando por donde se indicaba el retorno de los que corrían diez kilómetros. Después de ser motivado por la novia de ma nigga "El Chapo", decidí continuar. Fue el primer test de voluntad superado, y me dio algo de fuerza para seguir adelante. 

La esperanza 

Después de salir de esa disyuntiva, le seguimos metiendo al trote. Pasamos los diez, los once, volvi a ver al mencionado compa que ya iba en la ruta de regreso. Di la vuelta en la marca de los 14. ¡Eso, carajo! Solo faltaban siete kilómetros, que ya habían sido recorridos chingo de veces antes...pero nunca tan cansado. Ahí comenzaba lo realmente duro, y decidí seguir una táctica que en los entrenamientos me sirvió mucho al principio; los intervalos. Corría por unos 40 segundos, caminaba 20, y así sucesivamente. El objetivo era no cansarme tanto, tener chance de recuperar el aire, y no ser recogido por el "carrito de la vergüenza". Así completamos 17 kilómetros, y venía una subida en extremo difícil. Nunca me han gustado y hoy me parecía que podía terminar aventando un pulmón si no la trabajaba bien. Faltaban 4 kilómetros y me urgía que acabara todo, pero la fuerza, según yo, se había quedado kilómetros atrás.

El final

Después de los diecisiete, las piernas ya no daban. La subida me dejó bastante agotado, y ahora si consideré abandonar. Los intervalos ya no estaban funcionando, y lo que hicimos al principio se estaba yendo al diablo. Fue ahí cuando saqué el resto, obligándome. Primero, voltee hacia atrás, para ver que no fuera el último. Después, entré en un diálogo conmigo mismo: "¿Vienes a caminar? Para eso te hubieras quedado en México. Faltan 3 kilómetros, chíngale. Mucha gente te apoyó, mucha gente se bajó del barco. Tienes que demostrarles que puedes a esas dos facciones. ¿Cómo vas a regresar sin medalla? ¡No mames Oscar! Ya te falta una sexta parte y hay que meterle huevos."

Empecé a mover las piernas más rápido. Con trote lento, tomé aire, escuchaba los ánimos de la gente...volví a respirar y luché contra el dolor del cuello, contra el de la pierna derecha, contra el del dedo medio del pie izquierdo -que sangró bastante-. Sonaba "Smells Like Teen spirit" de Nirvana, y justo en el solo de guitarra me di cuenta que faltaban dos. ¡DOS PINCHES KILÓMETROS CABRÓN. MÉTELE! Un poco más de trote, saqué el teléfono para ver la hora, eran las 8:54. Llevaba dos horas con quince minutos corriendo. Era más o menos lo que tenía pensado para acabar la carrera. "¡Mierda, menos la voy a dejar a medias!" Y nuevamente, el mantra que repetí en mi entrenamiento y en mis rezos: Va por mi y por mi gente. Sonaba Enter Sandman, y pasé la mampara de los 20 kilómetros sin verla, Me escurría la cabeza con una mezcla entre agua, sudor, baba y seguro algo de mugre, pero según mis cuentas, no faltaba tanto y era lo único que importaba. Pasé el lugar donde dejamos el coche, señal de que faltaba menos de un kilómetro. Bajé la mirada buscando fuerza para acabar, para respirar más hondo...y vi pintado "21" con gis, sobre el pavimento. Jamás me había alegrado tanto ver ese número...faltaban ochenta metros. Subí la mirada y en el horizonte se veía la meta. Sonreí. Escuché a la gente que esperaba a los rezagados -como yo-, ya estaban El Chapo y su novia en la meta, y entré en los últimos diez metros. Levanté los brazos al cielo, formé una letra con la mano derecha y sigo sin entender por qué, pero sentí la necesidad de pisotear el tapete que registra el tiempo. Un metro antes de la meta, brinqué y lo pisé con ganas de romperlo. 21.08...lo logré, y nadie me lo puede quitar.

Tal vez para alguien que nunca ha corrido, esto pueda sonar pretencioso, mamón. "No ganaste, no mames". No, no gané, pero fue un triunfo mío. Fue un triunfo de mi espíritu. Fue cumplir una meta más. Representó no darme por vencido, desde "Going the distance" -rola del ST de Rocky-, pasando por el error que me hizo repetir las canciones y llegar a la meta cuando sonaba "Stand by me" de Oasis. 

No, correr 21 kilómetros no fue nada fácil. No fue en absoluto sencillo recuperar fuerzas y arrearme a acabar. Tampoco la humedad ayudó, y mucho menos mis lesiones. Todo eso pasa a formar parte del catálogo de cosas que ya no importan. Quizá no corro como keniano, quizá las distancias cortas se me den más, pero me puse un reto enorme y lo logré. Es ahí cuando mi mundo debería dejar de ser tan pequeño. Hoy me voy a dormir con una sonrisa enorme. Cansado, pero MUY contento. Lloré de emoción, y al escribir esto lo vuelvo a hacer. Hoy corrí mi primer medio maratón...y lo acabé. No sé si vuelva a correr uno o me aviente el completo, o si de plano me conforme con las de diez kilómetros, pero esta satisfacción no me la quita nadie. Hoy me gané un #respect...no todos los días se puede decir eso.

domingo, 2 de noviembre de 2014

Ayuda

Octubre no fue un mes sencillo. Trabajar, correr, un fuerte bajón de ánimo...la verdad se me juntaron varias cosas. No poder salir los viernes para madrugar los sábados no era precisamente como dicen los gringos "my brand of vodka", pero poco a poco logramos salir adelante. Hoy, y tiene que ser hoy porque estamos a punto de empezar laboralmente el mejor pinshi mes del año, agradezco la ayuda proporcionada por todos esos héroes improbables que me ayudaron a salir del hoyo.

A ese enano mono de pastel que me puso a chambear cual negro y me habló en el instante que supo mi situación. A la voz de una vidente que me indicó no perder la esperanza, pero también me dejó entrever que seguir adelante era lo mejor. A la voz de una hermana que se puso al brinco, pero me dio tan cuerdos consejos. A mi siempre querida y amada banda de la madrugada, a esa que se me fue recién reventado el tiro, pero que nunca me dejó solo. A uno de los personajes históricos de este blog, uno que me aplacó en el intento de cerrar este espacio, y que me ha dado la idea de volver a creer en las personas después de mucho tiempo. A aquellas personas que tengo años de no ver, pero me dieron un gran y buen consejo, y a los que no conocía de antes, pero su valioso aporte será siempre bien recordado.A los que se preocuparon, a los que nunca supieron, a los que me mentaron la madre cuando cerré Facebook. A todos esos y muchos más, un enorme y eterno GRACIAS. No tengo que decir quienes son, ellos lo saben.

Hecha por Los Beatles, y considerado uno de los tres mejores covers de la historia, esta es la única rola que puede explicar el porqué estoy tan tranquilo, después de este cambio de dirección. De nuevo, gracias, uno sale adelante con un poco de ayuda de sus amigos.