Así la fachada del lugar |
Esas pequeñas sorpresas que te depara el destino me acompañaron hasta uno de mis lugares favoritos sobre la faz de la tierra. Justo cuando pensaba que el 31 de diciembre sería un día como los últimos años; con cena, fuegos pirotécnicos y un poco de dinero apostado (por no decir perdido), en el lugar menos esperado me fui a encontrar con una noticia que se convirtió en parte fundamental del viaje.
Corría el martes 29 de diciembre, y esperaba a mis señores padres para salir a asaltar las tiendas en Las Vegas. Mientras perdía el tiempo en facebook y cancelaba mi asistencia a un evento, alguna de las funciones de oh distinguida red social me mandó una notificación sobre un evento a realizarse el último día del año. Slash, ídolo de mi adolescencia y al que había ido a ver hace unos tres años al Palacio de los Rebotes, se presentaría en un hotel cercano al que me estaba quedando. El que fuera día 31 me hizo dudar un poco sobre mi asistencia, pero viendo el precio (menos de 45 dólares), la distancia, y sobre todo que sería algo irrepetible, decidí averiguar más del tema.
El tema principal era el regreso. Cada 31 de diciembre, la avenida principal de Las Vegas es cerrada al paso vehícular, con el fin de dar chance a la banda de caminar en ella mientras se empedan...digo, mientras conviven sanamente durante las últimas horas del año. Aunque el trayecto de hotel a hotel era corto, siendo 31 el traslado iba a ser un reverendo pedo. Un par de minutos con uno de los "concierges" -que no son conserjes, para los que estudiaron en el CCH-, y supe el par de opciones que tendría para moverme. Resuelto el problema, el mero 31 me lancé a comprar mi boleto.
El Previo
Las horas transcurrieron más lentas de lo normal. El último día del año tenía algo diferente esta vez, y la verdad traía cara de Nelson viendo a Andy Williams (ver referencia aquí). Tras una comida ligera con los jefes -que sería el último alimento a probar en el 2015- me lancé en taxi al evento con buen tiempo de anticipación. Llegando al Mandalay, la fila se hizo pinche eterna, pero el momento se empezaba a acercar y los pinshis nervios se ponían a tope. Entramos al lugar, nos servimos una chela como de litro, y esperamos con la ayuda de una buena banda telonera (que contaba con una cantante muuuuuuuuuuuy idem) que el cabrón del sombrero se apareciera.
SLASH IS IN DA HOUSE!!
Lo tenía literal a 3 metros...una pinche chulada |
A las 21:20 sonaron los primeros acordes de "You're a Lie". Enfundado en una playera sin mangas y el característico sombrero de copa, Don Saul Hudson se postraba a escasos metros de su enloquecido servidor, que parecía groupie de BSB pero sin gritar joterías -en conciertos de rock no se admite jajaja-. Siguió Night Train, cover de Guns que anunciaba que la noche estaría plagada de buenas rolas.
Tras cuatro canciones incluidas en sus proyectos en solitario, nos transportamos a 1992, con el inicio de "You Could be Mine", incluida en el ST de Terminator 2. La destreza con la lira -misma que cambió en no menos de seis ocasiones- te ponía la piel chinita, y verlo tan de cerca mientras interpretaba con la boca el sonido del riff que tocaba simplemente era notable. Doctor Alibi, Welcome to the Jungle(que sonó exactamente a las 10:00 p.m., es decir a las 00:00 del 1 de enero en México) y My Michelle continuaron en el setlist, y tras otra canción incluida en el disco que promueve actualmente, vino el homenaje de dos rolas al gran Scott Weiland, ex compañero suyo en Velvet Revolver. El solo de "Fall to Pieces", sin duda de los momentos mas cabrones del concierto.
Así continuó el concierto, con canciones de Guns como Rocket Queen, que incluyó un solo de más de seis minutos cortesía del nacido en Londres. Más canciones de sus proyectos en solitario como World On Fire -bastante recomendable- o "Anastasia" (usando la famosa guitarra de doble brazo) , para dar paso a uno de los momentos de la noche: "Sweet Child O'Mine". Aunque ya la había escuchado en vivo con mi muchacho, el gusto que le tengo a esa canción, y otros factores en el ambiente me tenían en auténtico éxtasis. "Slither" de Velvet Revolver terminó el setlist, y finalmente nos regalaron un par de rolas más, siendo Ace of Spades de Motorhead y Paradise City las últimas que se escucharon.
Aquí una probadita de Sweet Child O'Mine.
Aquí una probadita de Sweet Child O'Mine.
Pero la velada no terminaba ahí. Si, muy chingón el caballero viendo a Slash, pero la verdad había que regresar a empezar el año(hora de Las Vegas) con mi gente. Corrí cual gacela hasta llegar al hotel Luxor -que a pesar de todo, si está bastante charro) y de ahí tomé el tram que te deja en el hotel de al lado. Faltaban 3 hoteles para llegar al mío, y esos era...¡A PIE! Teniendo como meta este año ir a correr el Rock N' Roll Half Marathon en esa misma ciudad, se me hizo buena idea probar mi condicion física en el Strip, esquivando gente y hasta a un ruco en una de esas motos de gordo. Sin hacer más largo el cuento, llegué 23:45. Recuperé el aire, vi a mi familia y empecé el año con ellos.
Así empezó este año, y creo sin duda alguna que el simple hecho de iniciarlo con esa vibra, con ese acto del destino que me hizo ver a uno de mis grandes ídolos casi sin planearlo, es señal de que este será un mucho mejor ciclo. Bien dicen que para resultados distintos hay que cambiar las cosas que uno hace...bueno, al parecer ya empezamos, y no me pareció NADA MALO el comienzo.
Dejo aquí una rola de Slash en su proyecto actual, como sana costumbre que no se debe perder.
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