Retomando temas cotidianos(y solicitando su perdón por abandonarlos a su suerte), tocamos nuevamente el tema de twitter, con una pregunta que me asaltó hoy por la mañana.
¿Hasta donde tiene derecho uno a defenderse de ataques proferidos por puro desconocido? Pregunto esto sobre todo por los comunicadores, politicos, deportistas y demás que manejan su cuenta y entran en discusiones con sus "seguidores". Muchos de estos solo se meten a reventar(como algunos comprenderemos), y sacan los colores a estas personalidades, letradas y endiosadas por el simple hecho -creen ellos- de salir en la tele. TODO lo que dicen es verdad absoluta. My ass!
En particular, a mi me parece muy jocoso. Ver como se mientan la madre unos a otros es una chulada, y lo peor del caso es que los "no famosos" acusan de cualquier cantidad de estupideces a los que se supone deben de mantener la cordura por su status y cultura, si así se le puede decir.
Me llaman mucho la atención los comentarios de algunos entrenadores de futbol, que cerraron sus cuentas por ataques de aficionados(cuando en el estadio se llevan 17 veces más mentadas de madre y en vivo), y uno en particular al cual respeto, Ramón Raya, que cada vez que juega su selección de futbol de playa o futsal tiene que lidiar con los amigos centroamericanos que lo tachan de xenófobo, agrandado, y que a mi gusto, es quien mejor responde a esos ataques infundados. Un muy buen tipo y además, que trabaja duro por llevar a su equipo a lo más alto, sin los reflectores y el apoyo que merecería.
En cambio, están los que se enganchan. Están aquellos que mientan madres, los que defienden su verdad sin ponerse a pensar en las consecuencias. En alguna ocasión me tocó señalar algunos puntos sobre cierto periodista y su medio(Récord y su ahora director editorial). El tipo se soltó a decirme una sarta de guarradas porque no coincidí -respetuosamente, para variar- con su punto de vista. Incluso se atrevió a comparar este amado blog, un espacio completamente amateur y por el cual nunca hemos recibido un clavo, con el tipo de textos que se incluyen en su periodico. Después de corresponder a las guarradas me bloqueó. Lo mismo un tipo abierto al diálogo y conciliador como Fernández Noroña, que insulta y llena de vituperios a sus colegas y a los que no lo somos, pero cuando uno le contesta, procede a bloquear porque no concuerda uno con sus ideas revolucionarias.
Como esos casos, miles. Pero el tema es ¿Si ya saben que para eso son las redes, por qué no se aguantan? Peor quedan cuando salen con una respuesta como las que les mencionaba.
DE SALIDA
Hace poco les contaba de un problema que tuvimos en nuestro afán de ir al concierto de Paul McCartney en mayo, hicimos la denuncia correspondiente y esperamos resolución de las autoridades. El tipo sigue en activo y gracias a este H. Blog evitamos que esta persona se la aplicara a alguien más. Ahora falta que caiga el hijo de la madre. Para el que no la vio, aquí puede leer la crónica.
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