lunes, 30 de marzo de 2015

La Vida Nada Agraciada de un Troll

Aquellos con la piel bastante delgada como para no aguantar distintos
puntos de vista

Quienes se precian de conocerme -y los que no también- saben que el defender mis opiniones a capa y espada es un tema que domino como la palma de mi mano derecha (de la izquierda no diré nada, porque no me sirve para mucho), y según uno de mis amigos cronistas, deberían de mandarme a las Olimpiadas para representar a México en "Tiro con Twitter" (traducción: armar peleas intrascendentes por algún tema en particular). Bueno, de esos distinguidos personajes que abundan en la red, y tomando en cuenta aquellos que por tener una tribuna particular se creen poseedores de la verdad absoluta, he aquí un breve recuento de quienes y por qué me han bloqueado el acceso a esas perlas de sabiduría que postean en Twitter. Aclaro, de los cuatro aquí presentes, solo seguía a uno, el resto llegaron a mi por los distintos amigos que los retuitean.

Eduardo Varela

Conocido cronista de ESPN, y el primero que tuvo a bien mandarme al fuck con mis comentarios. Creo que el detonante de su ira fue básicamente el haberle llevado la contraria sobre el tema que tanto defiende y yo tanto respeto: el fútbol. El caballero hizo algún tipo de comentario sobre lo enajenados que somos los que gustamos de patear la pelota, y lo letrados que son los que siguen otro tipo de actividad física. Sorprendentemente, lo que yo le dije fue que no por seguir un deporte X o Y eras mejor o peor persona, que eso me parecía un tanto despectivo. Ah, pos se enojó y me bloqueó. Pinshi pelón, pensé. Pero pues, ni modo. Yo me ahorro sus comentarios y el no vuelve a saber de mi. Total, existen otros 75 cronistas que me caen mejor.

Gerardo Fernández Noroña

Segundo en bloquearme, primero que no seguía en hacerlo. Si bien casi todos mis amigos son cerdos capitalistas, cachorros del imperio Yankee, hay uno o dos que siempre le ponen ese sabor distinto a mi TL, con joyas de la comedia mundial como los tuits de Andrés Manuel López Obrador o en su momento, los delirios de Hugo Chávez ("Mico-mandante" para los cuates). En fin, este representante del pueblo y de los intereses del Peje, acostumbrado a tirarle calabaza a toda persona que ose estar en desacuerdo con el, tuvo a bien bloquearme porque no estuve de acuerdo con su relación con la secuestradora Florence Cassez, a la cual visitó en repetidas ocasiones en el penal de Tepepan. Siendo un paladín de la justicia, y con suficiente prueba para que se mantuviera ahí, me parece bastante sospechoso que un tipo como el visitase a la dama en cuestión. Por ello, y ante las múltiples acusaciones que vertía sobre sus rivales, le hice saber mi descontento en tuits seguidos (aquí si, tal vez, utilicé alguna palabra altisonante). Al otro día, ya me había bloqueado. No pude dormir en su momento, pero poco a poco he logrado estabilizar mis horas de sueño. Aunque insisto, que un representante de un partido tenga que ver con una secuestradora, me sigue pareciendo un tanto raro.

Martha Debayle

Evidentemente tampoco la seguía. Siempre me ha parecido basura radial, demasiado intensa para lo banal de la información que da en su programa, y mucho peor, me parece más lamentable que damas con alto coeficiente intelectual, como amigas mías, la tomen como una especie de gurú moderna en distintos temas. En fin, me parece excesivamente falsa su manera de ser, me parece vacía la información que presenta, pero sobre todo, me parece sobre actuada su manera de hablar inglés. Siendo sinceros, ¡su español no es nada bueno! Este tema me parece muy molesto, pues sé de lo que hablo. Tener un micrófono enfrente te da un poder enorme, y lo que digas puede ser una gran influencia en lo que la gente piensa (ahí está Joserra, el enanito que lleva 40 años diciendo que el América es la peor mierda del mundo y la gente se la sigue comprando, con todo y su peinado de queso Oaxaca), y el vivir criticando a la gente por su forma de vestir y hablar, pero a la vez equivocarse en el uso de palabras -o inventarlas, que es peor-, me pareció patético. Lo comenté alguna vez -en esta ocasión, con el respeto que me merece por el simple hecho de ser mujer-, y al obtener respuesta de varios de sus escuchas, la dama tuvo la piel tan delgada como para bloquearme. Está perfecto criticar, pero ser criticado, no tanto.

Antonio Sempere

No me pregunten qué hace, porque la verdad ni yo sabría decirlo. Podemos decir que es un "Renaissance Man" o en mi planeta, un tipo que le hace a varias cosas. Con este ente -al que no seguía en su cuenta "finísima persona"- me enfrasqué en una disputa por el ya famoso e insufrible "No Era Penal" el año pasado. Haciendo gala de un razonamiento bastante charro, empezamos a discutir por las poco éticas declaraciones del pinche pelón de Arjen Robben. El caballero empezó un debate sobre las clases oprimidas mexicanas, que siempre le echan la culpa a los demás de sus desventuras, y yo muy políticamente, lo mandé al carajo porque seguía caliente tras una hora de haber pasado el trago amargo de la eliminación del Tri. Aunque mandarlo hasta donde lo mandé por un simple partido de fútbol puede parecer bastante fanático de mi parte, el simple hecho de ya no ver sus "agudos" comentarios en mi TL es motivo suficiente para festejar.

En fin, después de este recuento, creo que mis modales en tan distinguida red social no son tan malos, pero creo que podrían pulirse un poco. Aunque eso si, tolerar a "posers" como la señora, a güeyes que cambian de opinión cuando así conviene a sus intereses como Noroña, o a los que simplemente creen ser dueños de una verdad que conocen a medias no está tan cool. Al fin y al cabo, todos tenemos una opinión, y el tratar de forzar a otros a estar de acuerdo y eliminar de tu vista a quienes opinen distinto, me parece de primaria. Si no quieren estar en el punto de mira, resérvense sus opiniones y nosotros nos ahorramos el coraje. He dicho.



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