lunes, 16 de noviembre de 2015

Le Train Mame Français

Nada que agregar...
Nuevamente, y como grandes aficionados que somos a las tragedias, estas sacaron lo mejor y lo peor de toda la banda. Desde gente consternada por amigos cercanos que tenemos en el país galo, los que reventaron a todo aquel que se puso la banderita en Facebook, los que utilizaron un hashtag que era para ayudar a todo aquel que necesitara refugio, y acabaron logrando que valiera madre, y agregando a tooooooooooodos los demás que preguntaron cuantos franceses se habían solidarizado con los desaparecidos de Ayotzinapa y las 750,000 tragedias que este país ha sufrido.

Porque somos capaces de pedir que se apiaden de nosotros porque tenemos un estado represor al que se le han perdido 50,000 personas, pero no podemos tolerar que a otro país le pasen, y mucho menos apoyar esa causa, porque somos pésimos mexicanos, cachorros del imperio, una bola de borregos que clasifica a los muertos en decesos de primera, de segunda y de tercera. Si, ese es el mexicano, dueño absoluto del dolor y el sufrimiento, y a veces de la verdad absoluta.

Porque no conformes con ver como el mundo se tira mierda -y bombas- por todos lados, también tenemos que criticar al de junto porque decidió poner su banderita. Porque como osamos sentir tristeza por un país de primer mundo, y no volteamos a ver a Líbano (cuando muchos no saben ni siquiera donde vergas está) o a nuestros hermanos de Guerrero (acabo de regresar de allá y lo que piden es que vayamos, que demostremos que los buenos somos más). Mentamos madres y clasificamos a los nuestros como muertes más valiosas, porque el dolor ajeno solo nos sirve para hacer chistes (como la foto de arriba)

Servicio a la comunidad, para que sepan donde chingaos está.

Porque somos muy high and mighty para envolvernos en nuestra bandera, pero está de la chingada que nos acordemos de banda que conocimos allá. Porque no hemos entendido que mentarnos la madre o criticarnos por no defender a los de AyotzinapaN (si, más de un año sabiendo del tema y no se aprenden el chingao nombre) no nos hace ni mejores ni peores mexicanos. No, en realidad todos nos sometimos a una lobotomía y siempre decidimos lo mismo. Carajo, que poquito hemos aprendido.

Nos falta aprender tolerancia, respeto por las ideas de los demás. Todavía vivimos en un país en el que somos aficionados irrestrictos a estereotipar, simplemente porque nuestras ideas son distintas. Porque la broma solo la podemos hacer nosotros, y también solo es nuestro el dolor. Nosotros lo inventamos y no es de nadie más. Pendejos aquellos que se suman a una causa, o que sienten dolor por gente que vive allá, o ridículos, porque tienen de franceses lo que yo de surcoreano.

En fin, es triste ver como algo tan lamentable saca lo peor de nosotros, cuando deberíamos utilizarlo para demostrar que los buenos somos más. Como bien decía una amiga en su muro: "¿Que pasaría si la gente rezara por el bien de todos en el mundo entero y nuestras familias y no discutiéramos quien merece mayores rezos?"

Idealmente, eso no tendría que pasar.

Después de este mentadero de madres, no queda más que rezar por todo el mundo. Ya estoy hasta la madre de ver sangre por todos lados.

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