Si, ya sé que me van a quitar puntos en materia rocker, pero
la neta me gusta como canta este tipín. Debemos su escucha a dos personas que
han marcado mi vida: una de ellas Karlita, mi amada mejor amiga, la cual se
rumora pone toda su discografía en viajes de carretera…la otra, una ex de la
cual no queremos acordarnos.
De entrada, el grupo telonero hace bien su chamba y también
los incluyen el show. Si pueden búsquenlos en youtube, se llaman Naturally 7,
me cae que son una joya. Su particular forma de interpretar deja al público
listo para escuchar al canadiense, aunque este se tarde media hora más en
salir.
Una vez que se apagan las luces, Bublé hace suyo el escenario. “Cry me a river” fue el primer corte que regaló al repleto Auditorio Nacional. Siguió con temas de su más reciente disco (carajo que propiedad), hasta llegar a “Mack the Knife” y “Everything”, rola con la que inevitablemente me acuerdo de Karlita y el maricotas de su novio. “Mi español es mierda” y otras finas frases del canadiense enmarcaban la presentación, en la cual le pedía a una fan con un cartel que se acercara para darle un abrazo…y segundos después abrazar a un don que se encontraba en las filas de adelante.
Llama la atención la sencillez del tipo. Sin poses, echando
relajo, balconeando a sus músicos y burlándose de Edward Cullen (momento
sublime para este servidor), continuó el concierto haciéndose acompañar por
Naturally 7 y recordando con dos fragmentos a dos de sus inspiraciones: Michael
Jackson con “Billie Jean” y a The Beatles con “Twist and Shout”.
Después se pasa al centro de las butacas para cantar con los
morenazos, nos regala “Home”(por mucho, mi rola favorita) y “Save the last
dance for me”, antes de volver a subir al escenario haciendo gala de su
sencillez. Una vez cantada “Haven’t met you yet”, hace su falsa salida para
volver interpretando tres temas más, el último de ellos a cappela, llevándose
la ovación del respetable. Musicalmente bien, mucha entrega, sencillez,
carisma. Cosas que se agradecen de un tipo al que le debe de estar yendo bien
para haber vuelto al país tan solo 7 meses después de su última visita.
Sin embargo, hay dos detalles que no estuvieron a la altura. En el Auditorio trabaja la misma gente SIEMPRE, los mismos acomodadores, los que sirven el chupe(benditos ellos), y a pesar de todos sus años trabajando ahí, ¿Las acomodadoras tienen el poco tino de sentarte en otro lugar? ¡No mamar! A punto de iniciar el concierto llega un guey a moverte (y uno que es poco sociable) todo por culpa de esta ñera que no te sienta donde debes ir…y todavía te pide dinero.
El último, después de muchos años quejándome de porqué carajos cortan la señal en las inmediaciones del concierto, hoy puedo decir “no me vuelvo a quejar”. Es requetemolesto tener que soplarte la conversación de varios gueyes a tu alrededor mientras el otro pobre trata de medio hablar español…aparte como estás dentro de un concierto y obvio hay chingo de ruido, pues más levantas la voz…En particular al hijo de malamadre que me tocó al lado le puedo desear que esas facturas sean chuecas y le caigan con una auditoría, nada más para que se le quite lo chistoso y guarde su celular en pleno concierto.
Volviendo al punto, no decepciona en lo más mínimo Bublé.
Rolas harto recomendables para el empierne o el arrumaco, muy buen manejo de
voz y sobre todo, carisma. Creo que esa cualidad destaca sobre todo lo muy
bueno que ofrece sin una gran producción. Sin duda una muy buena opción, que me permite incrementar los conciertos vistos y también el bagaje cultural...agradeciendo primero a Karlita habernos presentado a este muchacho, y a Don Luis y su bandita, que nos acompañaron en el evento y adquirieron los boletos.
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