Existe una teoría del existencialismo, del alcoholismo, de
la evolución, de las ganas de hacer cosas que el planeta considera erróneas y
de todas aquellas situaciones que a ustedes se les ocurran, que opera bajo la
teoría: “Es muy difícil decir que no”.
Esa palabra, NO, según tan complicada de pronunciar, nos ha
llevado por obscuros pasajes de nuestras vidas, utilizando esa frase tan
gastada, trillada y lamentablemente conformista que reza: “no sé decir que no”.
Bueno, en un sencillo afán de convivencia, enumeraremos algunos lugares en los
que siempre, SIEMPRE ha sido muy sencillo decir “no”.
Escuela: Seguramente todos en sus casas me van a decir “Si, tú
dices esto porque eres el huevón que se tardó algunas primaveras en acabar la
carrera”, pero a poco todos siempre decían “Si, prefiero hacer mi tarea a salir
a jugar con mis amigos”. O ya más entrados en años, “No voy a entrar a clase
porque voy a ir a la biblioteca”, cuando “La Biblioteca” era un congal donde
vendían cerveza a 10 pesos(una lágrima recorre mis mejillas al recordar esos
años). A ver, ¿quién es el guap@ que me lo va a negar?
Trabajo: Independientemente de que todos en algún momento
tenemos que doblar las manos porque las cosas las pide el patrón, o en su
defecto, porque en algún momento nos sentimos esclavos y nos entra un deseo de
complacer al prójimo, el decir “no, lo dejo para el lunes” es cosa de TODOS los
viernes. ¿O qué, muy cumplidos todos? Acéptenlo, en algún momento nos regalaron
esa joya de “no, puede esperar”. O como olvidar el “no, eso no me tocaba a mi”
en una actitud completamente desobligada.
Peda: Desde los tiempos en que los monjes hacían cerveza
(basado esto en el personaje del FraileTuck de Robin Hood), el hombre ha
sentido la inigualable necesidad de pegarle al vidrio, de chocar la copa, o lo
que es lo mismo, agarrar el pedo. Bueno, en este complicado arte que pocos
hemos llegado a dominar (con la ayuda de maestros como José José o cualquiera
de los integrantes originales de Guns N’ Roses) cuántas veces he escuchado el
“no vuelvo a tomar” –para acabar haciéndolo la otra semana- o el clásico "no voy a tomar mucho, mañana tengo que pararme temprano...y acabas amaneciendo con el vaso en la mano.
Digan NO jóvenes! Pero díganlo con convicción. No hay nada peor que andar cambiando de opinión como de calzoncillos. Si, ya sé que siempre les estoy diciendo que echen desmadre y vivan la vida, pero en esas pinches indecisiones, luego uno se acaba llevando a mucha gente entre las patas.
P.d. Recomiendo que eso de sostener su palabra al decir "no" lo lleven a cabo después del puente...al fin y al cabo las dietas y todo ese tipo de asuntos no existen en fines de semana largos.
NO es dificil NO LO VUELVO hacer y lo haces, es complicado cumplirlo pero muy buen punto de vista que nos has compartido.
ResponderEliminarQue tengas un buen largo fin de semana.
Saludos y NO nos vamos.
jejejeje lo mejor fue el final!!!!
ResponderEliminar"bueno... pero después del puente..."
un abrazote Maximus!!!!!!!!!!!
Espero que No me pase este fin de semana, ya que dije que NO voy a tomar jajajajajaajajaja
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