"El fútbol es lo más importante de lo menos importante" .- Jorge Valdano
Inspirado en un momento bastante molesto que me hicieron pasar dos compas el día de ayer con la pregunta "¿A quién le vas en badminton?", y aprovechando que el día de hoy cumple años uno de mis más viejos amores, hoy respondo porqué diablos le voy a quien le voy, vaya, quienes son los pilares de lo más importante de lo menos importante. Va por deporte y en orden de relevancia.
Béisbol: Los Yankees ocupan mi mente. Desde la maravillosa rola que los identifica y que ponen cada que ganan un partido en su estadio, hasta la mamonería que proyecta ser una de las marcas más conocidas del mundo. Por eso es un orgullo ser Yankee, aún a pesar de tener en nuestras filas al más inflado de los jugadores-y no por los esteroides-, Alex Rodríguez (A-Rod para los gringos, A-Fraud para los cuates).
Americano: Aquí si pequé de villamelón. Durante mi infancia fui fan de uno de los equipos de leyenda de este deporte: los 49es de San Francisco. Liderados por el incomparable Joe Montana, tuve el privilegio de ver su último juego en el Candlestick Park (1992, vs. Detroit, un Monday Night). Después de eso, los colores amarillo y negro se apoderaron de mi pasión. Fue en 1996 cuando mi cariño por Pittsburgh se hizo grande. Llegaron al Super Bowl ese año, y aunque perdieron, nos mantuvimos fieles a los colores, obteniendo dos anillos más en los años recientes.
Fútbol: Como buen aficionado, uno debe tener equipo en distintas latitudes. Evidentemente no apoyo al Costa do Sol de Maputo, Mozambique, pero si tenemos un club apoyado en las ligas más importantes del mundo...y en la mexicana, obvio. No hablaremos de todos, pero si los más significativos.
España divide mi corazón. Real Madrid y Cádiz son los equipos que tienen todo mi cariño, empezando lo del Madrid aproximadamente en 1988, con Hugo Sánchez desparramando talento y metiendo goles. Lo del Cádiz viene de mi estancia allá. Sublime el momento en que ascendieron estando yo allá, lo cual generó una brutal borrachera en toda la ciudad.
Inglaterra se tiñe de rojo y blanco. Los Gunners del Arsenal son dueños de mi apoyo, y aunque me cae bien Don Guisante, jamás cambiaría de equipo(cambiar de equipo es como cambiar de sexo). El gran Dennis Bergkamp es en mayor medida, el primer referente que tuve de este equipo, además de Don Thierry Henry, a quien alguna vez entrevisté.
Italia es azul y negro para mi. Por ahí del 87 y ahí si por contreras, odiaba al Milan de Van Basten, por lo que la opción era irle al rival de ciudad. Desde la época de Matthaus en el club...desde entonces mis colores son neroazzurri. Esa playera, como dato técnico, me acompaña en todo viaje que hago, me la ponga o no. Con ella inicié mi aventura europea.
Finalmente en México, están mis amadas y RESPETABLES Águilas(a quien no le guste, me vale). Esta es familiar, desde tiempos del abuelo Rojas. El gran King Rojas I nos inculcó desde pequeños los colores azulcrema, situación que me llena de orgullo. Ahí jugué 9 años, conocí lo que eran los triunfos y los fracasos con esos colores. Mi apoyo se volvió más radical hace unos 12+1 años, pero siempre fiel. El que no festejó un gol del Cuau con la playera del América, como el que pongo abajo,simplemente no ha vivido.
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