miércoles, 1 de mayo de 2013

New York City...LA Ciudad

Todo comenzó en enero, retornando de la última vacación al gabacho. Con una lana de sobra -y previa consulta con unos compas que viven allá y tuvieron a bien darme asilo político- decidí comprar el boleto, ya que toda la vida había querido ir, pero nunca lo había logrado. Incluso tenía reservado un boleto para mis 30...pero cuestiones presupuestales impidieron ir.

Más de tres meses después, tras hartar a algunos con el conteo regresivo y juntar mucha o poca lana para el evento, llegamos a la ciudad que nunca duerme. De entrada la vista fue impactante, sobrevolando la ciudad para llegar al aeropuerto. De inmediato confirmé que la decisión de la vacación había sido la correcta. Una vez abajo, las calles me recordaron mucho al DF(con todo y tráfico) pero con un sentido más elevado...como si supieras que tiene todo para comerte.

Llegado a Nueva Jersey -lugar de residencia de mis cuates- lo bueno lo vivimos el jueves. La vista de Nueva York desde el Hudson es impactante. La sonrisa que me acompañaba fue la firma que le faltaba a esa postal -ok, me la bañé- y el complemento del día fue de verdad distinto: una ida al hockey que ya describiremos en otro post. Mientras, les dejo la vista...


El viernes fue el día de la visita a toda la ciudad. Empire State, Soho, Greenwich Village, Rockefeller Center, la impresionante Freedom Tower -aún inconclusa- y varios más. Una ciudad que ofrece todo lo que buscas y más. Realmente para el recuerdo las imágenes que ofrece, por ejemplo, Times Square, cuando todo está iluminado. Un día genial que despedimos con una vista del Empire antes de meternos al metro.


El último día comenzó en la zona "internacional" de la ciudad: Canal Street, mejor conocido como Chinatown y Little Italy. Desde bolsas Louis Vuitton por 40 dólares -creo que ahí si son "Luis Buitrón"- pasando por los siempre requeridos souvenirs, esta zona mezcla algunas cosas representativas de las culturas arriba mencionados, pero sobre todo, un sabor evidentemente distinto. Vaya, un escape del lugar donde se supone uno se encuentra. Dejaré la imagen de una de las mejores pastas que he probado en mi existencia, y manteniendo en suspenso el relato de un auténtico sueño cumplido con la visita al Yankee Stadium.


El último día fue simplemente de viaje. Queda de verdad, el placer de haber conocido esa gran ciudad, las ganas de conocer Central Park (el único lugar que no conocimos) y recuperar el aliento ante una ciudad que tiene TODO...y más.

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