Este sí era uno de los sueños de mi vida. Algunos podrían pensar que fue una mala idea para ir a ver un juego de los amados u odiados "Bombarderos del Bronx", pero uno de los puntos por los cuáles decidí sacar el boleto en abril era justo para visitar Yankee Stadium y sobre todo, ver un juego del equipo al que sigo. No era la primera vez que iba a un juego de beisbol en Estados Unidos, pero sin duda, será la más especial.
Después de la pasta que les contaba en el primer relato neoyorkino, nos trepamos al metro para llegar al Bronx. Durante el trayecto se subieron más aficionados Yankees, notando que uno de ellos decidió abrir una chela en el metro. Le cayeron velozmente para bajarlo del vagón, mientras sus amigos bajaban alegando que no iba haciendo nada.
Una vez que llegamos a la estación correspondiente, la siguiente parada era un bar. No para que se nos tache de ebrios o briagadales, sino porque habia que economizar. Una chela en Yankee Stadium cuesta en promedio 10.50 dólares -9 una nacional, 12 una europea- mientras que el "The Dugout" cuestan tres dolaritos...no se diga más. Echamos un par de serpientes ahí y después nos dirigimos a comprar el souvenir. Playera de "El Capitán" Jeter con la respectiva vuelta a la fachada del famoso estadio. Desde la entrada se siente un ambiente distinto, histórico, y la llegada al asiento así nos lo hacía sentir.
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La fachada rindiendo homenaje al capitán... |
Después de situaciones para la anécdota como un fan que iba vestido de traje porque iba a una boda después del estadio y otro muchachón que sacaron ANTES del juego porque se le pasaron las cucharadas inició el partido. Los Yankees iban perdiendo tres a cero después de tres entradas y media, pero en la parte baja de la cuarta, un home run de Hafner nos devolvía la esperanza de ver el triunfo de los del Bronx. El gran C.C. Sabathia, pitcher Yankee ese día, otorgaba la ventaja nuevamente al rival cediendo un home run solitario. Sin embargo, la jugada de la tarde vendría unos minutos después, cuando Brett Gardner robaba otro home run a los de Toronto. En la baja de la séptima, dos carreras empujadas significaron la ventaja para los de casa, misma que ya no perderían.
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Nuestra posición en la grada... |
Dicen que los pequeños detalles son los que valen la pena, y uno de esos vendría al finalizar el partido. Siempre que termina el encuentro, se escucha "New York, New York", pero la diferencia es si ganan o pierden. Si pierden, se escucha con Liza Minelli; si ganan, con Frank Sinatra. Uno de los momentos cumbre del viaje vino después del último pitcheo, cuando se garantizó la victoria y el gran Frank hizo su aparición en los altavoces...era el destino que quiso que la primera vez que escuchara esa emblemática canción en ESA ciudad fuera después de un triunfo de los del Bronx. Cosas como esa son incomparables. Después de ello, los detalles del after ballgame no pueden ser ejemplificados en este lugar...solo imagine que sucede después de ocho cervezas...
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The Money Shot, después de cantar con "The Voice" |
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