lunes, 16 de diciembre de 2013

La Cábala del Título

Creyente de una fuerza superior toda la vida -y no me refiero a "La Fuerza" a la que tanto mencionan en Star Wars- , el fútbol no podía quedarse fuera de este aspecto. Cuando las cosas caminan bien, todo aficionado que se precie de ser "de hueso colorado" atribuye a la suerte y otro tipo de cuestiones el accionar de su equipo, por lo que repite ciertos patrones de conducta para "atraer la suerte". Esta conducta, inexplicable para unos y divertida para otros tantos, es conocida como "cábala".

La cábala a la que me he de referir no será repetida nunca jamás, pues de entrada, el renacer del proceso azulcrema impide que los resultados sean iguales, además el día de ayer destrozaron la suerte que traía este conjunto de elementos. Esta serie de situaciones funcionaron en mayo de este año, el día en que derrotamos a los albañiles del Frustrazul, aunque ellos ardidamente digan que "ellos la perdieron, ustedes no la ganaron". Losers

1. Vestimenta: El primer punto a tratar. La playera debe recordar alguna gesta, en este caso, el último título obtenido a la fecha. Esa playera la portó el Cuau, el Piojo López, Memo Ochoa cuando era un mozalbete. Además, debido a mis subidas y bajadas de peso, era de las pocas que me quedaba bien, ya que las otras me quedan nadando. Una gorra de la línea actual, un pantalón viejo y roto y sobre todo, el calzado amarillo y azul, complementan el ajuar campeonil.

Playera y gorra, un par de títulos en las alforjas.


2. Aspecto físico : Esto no solo los aficionados lo hacen, también los verdaderos actores del chou. Cortarse el cabello antes de "la fiesta grande" fue una buena idea en ambos casos. Aquí lo importante viene en el mentón, la mandíbula vaya. La cábala requería un sacrificio físico, y ese lo representaba dejarse la barba durante toda la liguilla...sin recortarla. Siendo harto barbudo y teniendo algunos pelillos que pasean por los pómulos, la barba completa no era opción. ¿Por qué? Porque iba a parecer talibán. La barba de candado larga tiene exponentes milenarios en sus filas como Confucio(chino japonés creador de la confusión) y como no, Alexi Lalas, así que sacrificarse tres semanas no sonaba mala idea. Hoy que ya no la traigo suceden dos cosas: pasa el aire por el mentón y siento harto frío; la segunda, me veo menos ruco.

Para esta necesitaría como dos años...de la greña ni hablar


3. Otras costumbres: Dejar el coche estacionado en cierta plaza del sur de la ciudad, una vez ahí llegar caminando al estadio. Una vez en la primera explanada, rodear hasta el punto de reunión, los torniquetes cercanos al estacionamiento. Ya adentro del estadio NO BEBER CERVEZA. Agua será la bebida de elección. Si no hay agua, nos la aventamos salivando o con el chicle que nunca debe faltar. ¿Comida? Nada, el chicle le dará forma a nuestra úlcera.

Enorme y monumental sacrificio...todo por una copa más


Esa era la cábala. Contra un equipo pecho frío, acostumbrado a perder, tirado para atrás funcionó. Contra uno que siempre fue adelante, aprovechó sus oportunidades, algo de ayuda arbitral y las fallas nuestras no. Habrá que encontrar una nueva cábala, una que sirva para balancearse con el estilo de ambos rivales.

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